Angelica Huitzil
Actividades realizadas por el día del niño
La actividad representada en la imagen muestra un proyecto artístico y manual realizado por niños, centrado en la creación de un llavero con la figura de un capibara, además de la elaboración de un cuadro tridimensional utilizando la técnica de papel maché. Esta experiencia integra múltiples habilidades y áreas del desarrollo infantil, como la motricidad fina, la creatividad, la expresión artística y la coordinación visomotriz. El primer componente de la actividad es la elaboración de un **llavero con la forma de un capibara. Los niños partieron de un dibujo en papel o cartón recortado con la silueta del animal. Este dibujo fue luego coloreado libremente por cada participante, utilizando crayones, marcadores, lápices de colores o acuarelas. Este paso permitió a los niños expresar su creatividad al elegir los colores y los detalles del pelaje del capibara, animal conocido por su carácter amigable y su aspecto simpático. Algunos niños optaron por representarlo con colores realistas, mientras que otros dieron rienda suelta a su imaginación, utilizando tonos brillantes, patrones o texturas inventadas. Una vez decorado, el dibujo fue plastificado o protegido con algún tipo de recubrimiento para darle mayor durabilidad, y se le añadió una arandela metálica o una cuerda para convertirlo en un llavero funcional. Este proceso no solo resultó divertido, sino que también dio como resultado un objeto personal que cada niño pudo llevar consigo o regalar a alguien especial. El segundo y más elaborado componente fue la creación de un **cuadro de capibara en papel maché. Para ello, los niños trabajaron con una base rectangular, sobre la cual modelaron la figura de un capibara en relieve usando papel maché. Esta técnica implica el uso de papel rasgado en tiras (generalmente periódico o papel reciclado) que se remoja en una mezcla de agua con pegamento o engrudo, y luego se superpone sobre una estructura base, moldeándola hasta obtener la forma deseada. Los niños modelaron cuidadosamente el cuerpo del capibara, prestando atención a su forma ovalada, sus patas cortas y sus características orejas redondeadas. Esta parte de la actividad promovió el desarrollo de la percepción espacial y la sensibilidad táctil. Una vez seca la escultura de papel maché, los niños procedieron a pintar el capibara con temperas o pinturas acrílicas. Algunos también decoraron el fondo del cuadro con elementos de su entorno natural, como agua, plantas, o incluso el sol, nubes y pasto, creando un pequeño escenario. Este paso fue fundamental para integrar la figura tridimensional en un contexto visual más amplio y narrativo. A lo largo de la actividad, los niños no solo disfrutaron de una experiencia sensorial y artística rica, sino que también aprendieron sobre el capibara como animal: su hábitat, comportamiento, y su importancia en la biodiversidad de América del Sur. La actividad pudo haber sido acompañada por una breve charla o video educativo para reforzar el aprendizaje. En resumen, esta actividad representó una excelente oportunidad para fomentar el trabajo manual, el conocimiento del medio ambiente, y la expresión individual. Cada llavero y cada cuadro terminado fueron únicos, reflejando el estilo y la imaginación de cada niño, y fortaleciendo su autoestima al ver sus creaciones terminadas. Fue una actividad completa, educativa y profundamente enriquecedora desde el punto de vista emocional y artístico.